viernes, agosto 20, 2010

A medio camino de alguna parte


Exactamente hace 7 meses y 4 días que publiqué mi último post en este blog, hasta hoy en la mañana creía que habían sido poco más de 12 meses desde mi última vez con el blog del observador, pero no... resulta que sí, había escrito a principios de año... dos posts para ser más precisos. Desde ese momento mis amigos me han pedido que volviera a escribir y ayer, uno muy especial me dijo que mi blog muy bonito y muy apañao, pero que hacía mucho que natilla natilla.

Pues eso, aquí estoy de vuelta, han sido unos meses locos, intensos y en los que la vida no ha dejado de dar vueltas y más vueltas, hoy estás aquí y mañana no se sabe, las certezas que no hay. Durante estos meses han cambiado muchas cosas, Uribe por fin se fue de Colombia dejándote ese regusto extraño de cuando el Nemesis se va definitivamente. En Colombia nació una esperanza, votó y lloró porque no supo perder, hoy tiene otro presidente y otros desafíos en su horizonte.

Durante ese tiempo, cuando parecía que el mundo salía del agujero el andamio se cayó y la confianza se desplomó junto con la economía, los políticos trataron de salvar los muebles y hacer medidas mientras que los opositores se relamieron los labios con la carroña que veían dando como resultado un rumbo sin rumbo y un poco menos de sentido común... como si faltara menos.

España ganó el mundial, con medio equipo del Barça y con Casillas como gran besador nacional. Guardiola se quedó sin su final soñada en el Bernabeu. Mourinho volvió a la peninsula como eje plenipotenciario de la caverna mediática, ya no es más traductor sino que se ha convertido en uno de los grandes, el portugués trata de meter orden en el dinosaurio blanco mientras que El Programa de Ana Rosa y La Noria sueñan con verlo casado con Cristiano Ronaldo.

Yo tampoco tuve mi final soñada del Bernabeu ni viví el gran mundial de Ejpaña (coñoo) en Barcelona, con el primero sabía que estaba en el lugar equivocado, con el segundo estaba en la mitad de mi viaje interminable y soñado, recuerdo que hicieron una reunión para ver la final España-Holanda en mi honor, dijeron: "él vive en España, vamos a acompañarlo". El resultado fue una reunión de 20 personas en el país el norte en la que sólo dos personas íbamos a favor de España... "Alguien no ha entendido el mail me decían en medio broma..."

Durante mis viajes he vuelto a salir por la 202, París ha dejado de ser una ciudad para convertirse en una puerta, me he dormido para un cita a las 12 GMT, algún día me quedé con ganas de comer steak con patatas fritas aunque eso he comido a diario, he visto el nuevo brillo de Westchester y me gusta, me he reencontrado con viejos personajes y nuevos entrañables, he redescubierto Andalucía, he salido publicado en diarios, casi me he estaponado dos veces, he pedido mucha vainita verde, por favor, y aunque lo he buscado con ganas el tartar no estaba ni pidiéndolo dos veces.

Un día, esperando a que el semáforo cambiara a verde para cruzar la calle, pensé que me sentaría bien un poco de raíces en este rio de acontecimientos y decidí volver a lo esencial... leer 'Cien años de Soledad' del gran prestidigitador... lo estoy haciendo en estos días... por octava vez en 15 años y es como la primera.

Ayer, en una conversación con un gran amigo, comentábamos la velocidad de la vida, vertiginosa por momentos, dónde ir y dónde parar? donde volver y donde soñar? Son grandes preguntas, pero también es cierto que mientras se resuelven es importante vivir el camino y disfrutarlo.

Muchos viajes, muchas sensaciones, muchas personas, cabeza y corazón en variopintos sitios y dejando un poco en cada uno de ellos, este viaje marcará caminos, está siendo revelador, miro atrás y adelante... encontrando el camino... hoy ejerciendo por primera vez de tío niñero con mis dos sobrinos solos en casa... y mola.

Es la vida... sólo 7 meses y 4 días después...

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