miércoles, julio 23, 2008

Reelegir o no reelegir, That's the question.


Dicen que se quiere lanzar a un tercer mandato, dicen que no, que él no se prestará para esas vainas. Los incondicionales rezan a la virgen ave-maría-purísima-sin-pecado-concebida para que se decida de una buena vez. Los contrarios claman al mismo Dios y al grito de democracia, seudo-dictador y de "yes-we-can't" exigen que esta idea no se haga realidad, pavor tienen de perder de nuevo.

Creo que el asunto aquí no es la reelección de Uribe para un tercer mandato, creo que se debe evaluar como un ejercicio democrático para sopesar lo bueno y lo malo de una reelección presidencial.

Siempre he creído que la reelección de cargos políticos es una señal de buena salud democrática, creo que el pueblo es sabio y prudente a la hora de echar a los lideres que la gran mayoría no quiere y que por contra, los cargos que tienen un programa extenso en su agenda, deben tener la oportunidad de cumplirla. El asunto no es si Uribe se presenta y gana, el asunto es si se debe dar la oportunidad al pueblo de re-elegir a un buen político.

Para nadie es un secreto la animadversión que le tengo al presidente Uribe, pero creo que debemos mirar más allá de su figura y observar que la reelección no es más que un instrumento democrático. Y no pienso esto de la presidencia solamente, las alcaldías y las gobernaciones deberían ser reelegibles. Es más, me parece injusto que un presidente pueda reelegirse y un alcalde no, a razón de qué la diferencia?

Asimismo se deben implementar mecanismos que impidan la perpetuación de políticos incapaces, una idea sería la reducción de los porcentajes necesarios para las mociones de censura y revocación de mandato según se van logrando reelecciones, así nos aseguramos que los políticos siempre tengan que ganarse el pan y los votos.

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